Alejados del centro del espectro político chileno se enfrentarán, el día 19 de diciembre en la segunda vuelta, por la derecha José Antonio Kast con el 27,91% de los votos y por la izquierda Gabriel Boric con el 25,83% de los apoyos. Ambos candidatos han presentado programas de gobierno que definen dos modelos de país a partir de postulados diametralmente opuestos.
Kast defiende el modelo neoliberal establecido en Chile por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), a quien admira junto con Ronald Reagan y Margareth Thatcher. Al igual que estos líderes políticos, aboga por un Estado mínimo y se ha comprometido a reducir el gasto público, bajar los impuestos y aumentar la edad jubilatoria. En su campaña electoral prometió la construcción de una zanja en la frontera norte para detener la migración, algo que nos recuerda a Donald Trump por la edificación de un muro limítrofe con México.
Por su parte, Boric respalda un Estado más presente, con un enfoque en Derechos Humanos y propuestas feministas y ecologistas. Su programa de gobierno plantea la creación de nuevos impuestos para financiar una agenda social con políticas inclusivas, y con respecto al actual sistema jubilatorio privado propone su estatización.
Mientras que el alto porcentaje de abstención en las elecciones chilenas no es una nota distintiva, en tanto desde 2009 el voto no es obligatorio y la participación ha estado por debajo del 50%, sí lo es que los dos candidatos que van al balotaje no pertenecen a las fuerzas políticas tradicionales.