Una de las manifestaciones más interesantes para el estudio de la psicología criminal es la que fluye a través de los escritos producidos por los presidiarios.
La idea de reclusión forzosa engendra en los delincuentes un deseo irresistible de libertad. Muchos de ellos, no obstante encontrar en las prisiones elementos de vida, de los cuales carecieron hasta entonces y que en sus medios habituales, la habitación, alimento, vestido, etc., faltaron constantemente o fueron mucho más deficientes que los de la prisión, añoran su perdida libertad y desean ardientemente salir del penal, aun cuando esto implique el hambre, la vagancia y la miseria.
No hay un solo penado, de los muchos que he tratado en la Penitenciaría nacional, que no estime factible su perdón. En ese sentido insinúan esperanzas y declaran manifiestamente sus anhelos. Sin embargo, este sentimiento, este incontenido deseo de libertad, no aparece en las diversas manifestaciones escritas que en sus horas de reclusión producen los penados. En realidad, se trata tan sólo de una circunstancia formal. Salvo aquellos que tienen hogar constituído, esposa, hijos, y se hallan dotados de los sentimientos naturales en todo espíritu normal, los más se quejan, impulsados por esa tendencia innata hacia la libertad.
Es por eso que al expresar en páginas, más o menos elocuentes, ese estado espiritual, no aparece entonces este anhelo de libertad, por no estar muy arraigado, y sólo fluyen con nitidez los sentimientos sólidamente cimentados en su esfera afectiva.
Basta, para comprobar este concepto, hojear cualquiera de los ejemplares que constituyen la colección, ya numerosa, de El látigo.
Es una revista mensual, editada por los recluídos de la Prisión nacional, que ve la luz bajo el contralor de las autoridades del establecimiento, las cuales han fomentado y secundado esta publicación, creando, en esta forma, un medio de dignificación del delincuente y un elemento de expansión espiritual.
En sus páginas aparecen colaboraciones exclusivamente de penados, y se da cabida al material remitido de todas las cárceles y prisiones de la República.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)