A partir de la reverberación de los feminismos a principios del siglo XXI, todas las estructuras políticas, sociales, económicas y culturales han entrado en revisión y constante cuestionamiento. Este proceso de deconstrucción ha alcanzado a vehiculizar tanto dinámicas de relacionamientos personales, familiares, pertenecientes al mundo de lo privado, como otras más amplias a través de los posicionamientos de los Estados y otros actores internacionales, la epistemología, el arte, los medios de comunicación, las industrias, entre otros aspectos ligados a la esfera de lo público.
Es así como, aspectos que parecieran ser inconexos pueden tener más de un punto de contacto y de análisis a través de los estudios en perspectiva de género. De esta manera, se emplazan en el presente artículo el mundo de la tecnología y las relaciones internacionales conformando una tríada en clave de género, con una mirada cualitativa y exploratoria. La pregunta disparadora tiene que ver con cuál es el rol que históricamente ha ocupado la mujer en estos ámbitos, puntualmente en el de la tecnología y en el de la diplomacia puesta a su servicio, y qué tanto ha cambiado el mismo, en relación a la coyuntura pandémica desde Argentina.
Este trabajo de indagación forma parte de una propuesta teórica-académica, que anexa un posicionamiento político, vinculado a la necesidad de realizar un aporte que resulte útil para la reconfiguración social; reconfiguración que debe realizarse a partir de la recuperación histórica desde las mujeres y con las mujeres, tal como lo plantea Lagarde (1996), estos ejercicios de revisión en clave de género, son condición necesaria para sanear la democracia.