Antiguamente las cirrosis hepáticas eran clasificadas dentro de las enfermedades incurables, o sea de evolución fatal.
El mayor conocimiento de la patogenia de esta enfermedad en los últimos años ha cambiado la evolución de estos enfermos al ser modificado el tratamiento.
Juan J. Beretervide divide el tratamiento de la cirrosis; en uno general que se refiere a la estimulación y protección de la célula hepática aplicada en toda la cirrosis, y otro aplicada según las manifestaciones clínicas del enfermo o sea un tratamiento sintomático.
El tratamiento general consiste:
a) supresión de los tóxicos exógenos y corrección de las intoxicaciones endógenas
b) la estimulación y protección de la célula hepática por el:
- tratamiento dietético
- glucosa; glucosa insulina.
- agentes lipotrópicos comprendiendo: aminoácidos (metionina) vitaminas (colina, inositol, etc.); hormonas (lipocaico)
- extractos hepáticos: Hepatoterapia en general necrotón, etc.
- colereticos y colagogos
c) tratamiento sintomático: tratamiento do la ascitis; de las hemorragias; del prurito; y da las ictericias