Este momento vivirá en mi memoria lo que yo viva. En él realizo una ilusión dorada. En mi albor adolescente, el fervor de la ciencia abrió a mis ojos la perspectiva silenciosa y espléndida de esta Universidad de La Plata con sus laboratorios fecundos, con sus investigaciones felices, con sus maestros en cuya frente perlada por la fatiga del esfuerzo vindicador de la nobleza de la estirpe americana, la luz de las verdades nuevas refluía, y sobre las blusas de los imberbes jóvenes aprendices de la cultura tanto tiempo anunciada por los proceres y los sabios de la patria vieja...