Presenta no escaso interés el estudio minucioso y detallista del motín popular que tuvo por teatro la ciudad de Buenos Aires, desde el Io al 5 de octubre de 1820. Es indudable que el tumulto, en sí, nada significa, ni por los hombres que lo dirigieron, ni por la bandera ideológica que levantaron. Pero presenta otros aspectos más interesantes; cerró la serie de escándalos políticos sucedidos durante todo el año 1820, sirvió para consolidar en el gobierno al brigadier Martín Rodríguez, y dio oca ción para que don Juan Manuel de Rosas afirmara su naciente prestigio apuntalando un gobernador, porque era necesario mantener el orden.