Los estudios idiomáticos del período secundario terminan con la enseñanza de la literatura, materia difícil y delicada que se da en los últimos cursos y que debe recoger, organizar y aplicar elementos culturales transmitidos desde los primeros grados por asignaturas y profesores distintos, orientando, en último término, las tendencias literarias del estudiante y capacitándolo para desenvolverse en el mundo de las letras, del que no saldrá, no debe salir por lo menos, en el resto de su vida.
La finalidad de su enseñanza, dirigida a formar la cultura literaria del estudiante, proveyéndole de las nociones indispensables para la crítica y la exégesis de los textos y fijar un uso del idioma en estilo correcto, la convierten en complemento necesario de la tendencia a la educación práctica, que no fomenta el desarrollo de la faz humanística del espíritu, ni el gusto por la belleza de la obra de arte.