El área ocupada por la ciudad de Buenos Aires se ha extendido de tal modo en los últimos tiempos que, en la actuali dad, resulta bien difícil encontrar un fenómeno semejante en la geografía urbana, no digo nacional, sino universal. La edificación ha ido ocupando siempre mayor espacio; en ciertos mo mentos ha sido, en verdad, febril y ha hecho surgir barrios enteros en un lapso de tiempo sumamente breve, hasta el punto de crear en el ánimo de los habitantes la convicción de un progreso fatal modificada tan sólo por la detención experimentada por ese progreso hace unos ocho años, por causas económicas y políticas, nacionales e internacionales, cpie son de dominio público; pero, vuelve el entusiasmo y la necesidad de construir nuevos edificios, como lo han puesto de manifiesto los altos precios alcanzados por los alquileres.