Este trabajo describe el proceso que desembocó en el asesinato del docente Carlos Fuentealba por parte de las fuerzas de seguridad de la provincia de Neuquén. Ese crimen se inscribe en un proyecto político que diagramó y ejecutó Jorge Sobisch y que tenía como meta final alcanzar la presidencia del país. El objetivo es indagar las representaciones sociales de los funcionarios provinciales respecto a la protesta social y a quienes la protagonizan. El recorte temporal efectuado va de diciembre de 2001 hasta la muerte del trabajador de la educación en abril de 2007, lapso en el que es posible visualizar un discurso que buscó posicionarse ante la creciente conflictividad social. Los procesos comunicacionales se caracterizan por su opacidad, en tanto se encuentran mediados por relaciones de poder, por las asimetrías y las desigualdades propias del tejido social. En ese marco, a través de la estrategia metodológica del análisis crítico del discurso, se procuró dar cuenta de las caracterizaciones, valoraciones e interpretaciones sobre los episodios de protesta, de manera de poder hallar elementos que dieran cuenta de una criminalización de la protesta social y de marcar las construcciones de sentido efectuadas y las respuestas institucionales que estratégicamente se brindaron.