Aunque suene algo esquemático, un proyecto nacional es la tentativa de construir, con el concurso y la participación protagónica y democrática del Pueblo, las bases programáticas y de acción para hacer posible, según nuestras capacidades materiales e inmateriales, lo deseable colectivo. Partiendo de lo que somos, como expresión viva de una memoria y una práctica histórica, y del sitio que ocupamos, en tanto contexto geográfico y económico tangible. O lo que alguien sintetizó alguna vez como sangre y suelo.
La existencia de un proyecto nacional en la Argentina depende del grado de conciencia nacional que exista en nuestro Pueblo para elaborar y consensuar las líneas directrices que deben guiar su desarrollo hacia el futuro, y que habrán de servir para la construcción de la nación soberana, que todavía no somos, y la comunidad democrática y justa, que tampoco hemos llegado a ser.