La guerra de Ucrania trae consigo una serie de impactos sobre la política internacional y la seguridad. En primer término puede reforzarse el supuesto de que la política internacional implica una lucha por el poder y las amenazas convencionales continúan jugando un papel de primer orden en el siglo XX. En segundo lugar, queda manifiesta hasta el momento la superioridad estratégica-tecnológica de occidente sobre oriente y Estados Unidos es consciente de esta asimetría militar. En tercer lugar, en vista lo acontecido y de las zonas más conflictivas en materia convencional, hasta el momento se definieron cuales son las regiones más trascendentales y sus intereses vitales y “los puntos fuertes” en materia de seguridad sobre los cuales desplegará su accionar.