Ante el nuevo coronavirus, las necesarias decisiones de distanciamiento y aislamiento social han generado un impacto heterogéneo entre las diversas ramas de actividad económica: por un lado, aquellas consideradas esenciales (cadena agroalimentaria, comercio de alimentos, salud) siguieron trabajando en forma relativamente normal; el resto, salvo contadas excepciones tuvieron (y aún tienen) fuertes restricciones para funcionar de la misma manera.
Podemos definir tres grupos de actividades según como han evidenciado los efectos económicos del aislamiento. Uno con impacto negativo bajo, otro medio y finalmente un grupo de actividades que han sufrido un impacto alto.