En pleno Siglo 21, con economías y sociedades operando dentro de redes cada vez más articuladas, se crean nuevas oportunidades y amenazas que obligan, a los países emergentes, a replantear sus estrategias de desarrollo. Son necesarios nuevos criterios para el diseño de sus procesos de crecimiento, si se aspira a acortar la brecha que los separa de los países desarrollados. El proceso de creación y fortalecimiento de empresas innovadoras se presenta como una alternativa inductora de cambios profundos. Son muchos los países que lo están experimentando y a través del cual han logrando resultados sorprendentes. Para el entorno de un nodo de una hipotética red, este documento plantea un modelo sistémico que interpreta la estructura del proceso innovador, en él se destacan los principales elementos que lo componen y las interacciones que los vinculan. Esta herramienta facilita el análisis de las conductas emergentes, cuando se adoptan políticas, decisiones y acciones coherentes con un propósito de bien común. Los emprendedores constituyen el principal insumo de este complejo proceso y si se aspira lograr que la cultura emprendedora se instale en nuestra sociedad, las Universidades principales responsables de la formación de las personas deberán también, realizar cambios estructurales y curriculares profundos para adecuarse a las nuevas necesidades.