Glomerulonefritis difusa aguda es una enfermedad eminentemente post-infecciosa, que se hace presente cuando la afección infecciosa comienza a declinar, que no hay relación entre la gravedad de la infección causal y la complicación renal y que el estreptococo en especial el hemolítico, sin pretender ser exclusivo, tiene un rol de primer plano.
El diagnóstico de esta enfermedad es muy fácil cuando se nos presenta el enfermo con la tríada sintomática clásica: edema, hipertensión arterial y síndrome urinario (albuminuria, hematuria, cilindruria y eliguria). En cambio nos será más incierto el diagnóstico cuando se nos presentan solo algunos de estos síntomas y más aún si aparecen en forma atenuada. De ahí que a muchos enfermos lo veamos ya con su nefritis crónica, ignorando todo el proceso anterior que en forma solapada ha transcurrido en ellos.