A fines del siglo pasado Antón demostró que en pacientes portadores de lesiones bilaterales del lóbulo occipital y temporal, estos, ciegos y sordos, no tenían conciencia de su alteración sensorial, y posteriormente, en otros enfermos afectados de hemiplejía izquierda con graves alteraciones del sentido muscular, eran al igual que en los casos anteriores ignorantes de su grave afección, por lo que no intentaban utilizar el lado hemipléjico.
Posteriormente Babinski, en el año 1912 retoma el problema, en particular los casos de hemiplejía izquierda con desconocimiento por parte del enfermo de su afección, y decimos en particular puesto que, desde el punto de vista de la perturbación psíquica que tienen estos enfermos y que se presenta en diversas afecciones con características variables en cada uno de los casos, ya fue tratada por diversos autores antes y después de Antón, a los cuales nos referiremos al hablar de dicha perturbación y sus bases psicofisopatológicas.
Fue Babinski el que introdujo el término anosognosia para describir la alteración de estos enfermos, el desconocimiento de su hemiplejía; ahora bien en otros casos tal desconocimiento no existe, pero si una completa indiferencia con respecto a ella; este cuadro se llamó anosodiaforia y debe ser considerado una variante del síndrome de Antón-Babinski.