Una vez superada la etapa inicial de la cuarentena en marzo de 2020, cuando el foco estuvo puesto en los aspectos tecnológicos que nos permitirían continuar con nuestra labor, entendimos rápidamente que no podíamos dejar de lado las habilidades que se hacían esenciales a nivel personal en un contexto de emergencia semejante. Las habilidades blandas o transversales, las del “saber ser” (Singer et al, 2009), son las que fomentan la inteligencia emocional y son esenciales para enfrentarnos a situaciones nuevas y desafiantes. Desde la Sección Jóvenes propusimos varios proyectos colaborativos para ayudar a nuestros alumnos a nutrir dichos aspectos sin descuidar los contenidos “lingüístico-funcionales”. En el presente trabajo compartimos algunos de estos proyectos, como un concurso de memes que dio lugar a que nuestros estudiantes expresaran con humor cómo se sentían al respecto de la situación de aislamiento (lo que nos que nos permitió trabajar la empatía afectiva y la creatividad), algunos experimentos artísticos como el desafío de las ventanas y el de hacer arte por Zoom (utilizados como oportunidad para reforzar la sinergia, la inteligencia espacial y el pensamiento crítico), proyectos para fomentar la empatía como el “Diario de una chica afgana” (en el cual los estudiantes se pusieron en el lugar de una adolescente de Afganistán ante el regreso de los Talibanes), y talleres lúdicos sobre series populares, para que pudieran interactuar con estudiantes de otros cursos y poner a prueba su conocimiento como fanáticos.