Las sesiones del Congreso se desarrollaron en el transcurso del lunes 17 al sábado 22 de septiembre de 1928. Innecesario es agregar el apresuramiento con que debieron ser tratados los temas. Veinte minutos para exponer una comunicación, y cinco o diez para las objeciones, suponen —por mucho que pueda y quiera alargarlos la generosa benevolencia de un chairman— un límite asaz exigiio para toda exposición un poco detallada. El programa del Congreso, regido un poco por un dinámico criterio científico-deportivo-turístico, muy norteamericano por cierto, admitió en su ínterin la intercalación de excursiones interesantes y de visitas provechosas para el extranjero.