Sin duda, una de las preocupaciones centrales del presente en el mundo civilizado es la pedagógica en el más amplio sentido de la palabra. Se manifiestan grandes corrientes de renovación ideológica y se aspira a una nueva concepción del mundo, de la vida y del hombre. Se registran ya nuevos métodos y nuevas técnicas en lo económico, en lo político y en lo social. Nuevas valoraciones crean necesidades nuevas y ansiedades típicas de nuestros días. Es nuevo el mundo espiritual que empezamos a vivir.