Memorias de un cuerpo es un proyecto que surge como resultado de una extensa búsqueda de retratar realidades neurodivergentes, con el propósito de visibilizar o, al menos, plantear lo que significa haber transitado un encierro psiquiátrico. Inicialmente, la idea planteada era retratar las salidas transitorias de un personaje que se encontraba internado en un psiquiátrico. Ante las dificultades de llevar a cabo este tipo de realización en el marco del Taller de tesis, debido a la cuarentena obligatoria, me encontré con la necesidad de repensar la propuesta. Es así como nació la segunda idea, en el cual el personaje ya atravesó una situación de encierro, y otro personaje la lleva a conocer una ONG de desmanicomialización. Este tipo de organización no gubernamental consiste en crear espacios alternativos de tratamientos terapéuticos, entre ellos proporcionar posibilidades de producción de trabajo a usuarixs del servicio de salud mental que han estado o no internadas en neuropsiquiátricos, con el propósito de acompañarlxs en la reinserción social. En este relato, la idea era trabajar una ficción-documental, en donde las escenas de la ONG serían con personas reales. Una referencia que tuve para esta instancia fue el largometraje Camille Claudelle, 1915 (2013) de Bruno Dumont. Pero luego, ante la extensión de la cuarentena, preferí enfocarme en pocos personajes, manteniendo de todas maneras la idea de retratar un ex encierro psiquiátrico. Es así como llegué a construir, con el asesoramiento del equipo PRAE, el relato final de Memorias de un cuerpo. Habiendo atravesado tantos cambios en el relato, me decidí por trabajar una obra mixta: por un lado cuenta con un desarrollo lógico-causal, de relato más clásico; pero por otro lado la mayor parte de la información dada al espectador es sugerente, y el conflicto principal puede considerarse débil, por lo cual puede también considerarse como una obra abierta, de relato moderno. Me planteé desde un principio trabajar desde una mirada más insinuante que explícita, de manera que muchas de las correcciones que recibí fueron sobre esta cuestión, ya que me estaba costando lograr lo propuesto. Y es así que llegué, con la ayuda de la tutoría, a la conclusión de que era mejor, para mi tipo de propuesta, trabajar desde una focalización externa como recurso predominante, que me permitiera tratar el relato desde lo sugerente. Es a partir de las observaciones de la tutoría, que me propongo desarrollar en esta reflexión las operaciones del narrador. Más específicamente la focalización como herramienta de construcción de identidades neurodivergentes.