La consulta a edades tempranas es un hábito de gran importancia en el futuro de la salud de la mujer. Despierta casi invariablemente algún tipo de fantasía ligada a la sexualidad, femineidad o maternidad, que será diferente según la historia personal y el período evolutivo por el que atraviesa la paciente. Es una inquietud habitual de las madres saber cuándo es el momento en el cual sus hijas deben concurrir por primera vez a una consulta ginecológica. Si bien no hay una edad determinada y mucho depende de las características personales de cada niña, es recomendable que se realice antes de su primera menstruación, alrededor de los 10 años. Sin duda que el momento oportuno será decisivo a la hora de detectar probables patologías, o sencillamente, analizar el significado y la relevancia de la prevención primaria.