En Leonardo de Vinci se concentran las cualidades más ge- nuinas del Renacimiento: mezcla de imaginación y realismo, amor a la ciencia y a la verdad, pasión por lo bello, curiosidad insaciable que se extiende a los más amplios dominios de la inteligencia y aspiración hacia una vida más alta, más pura y sublime.
Nace Leonardo en Vinci en 1452. Desde niño sorprende por la riqueza de sus dones: su precocidad alada y su belleza física atraen; turba a sus maestros con inquietantes preguntas; aprende a tañer la lira y compone exquisitas canciones que canta con acompañamiento musical. Dibuja, pinta, practica el relieve, por lo cual su padre le lleva al taller de Verrocchio, escultor y pintor de Florencia. Allí trabaja con entusiasmo en compañía de otros jóvenes entre los cuales están, Lorenzo de Credi que será más tarde uno de sus brillantes discípulos y Pietro Perugino, pintor de prestigio, que influirá en la iniciación artística de Rafael.