El cáncer de cérvix es uno de los cánceres más prevenibles desde que se conoce la historia natural y la carcinogénesis de esta neoplasia. La mayoría de los casos de cáncer de cérvix en estadios iniciales es asintomática y son diagnosticados porque la paciente acude a los programas de tamizaje. No obstante, y a pesar de los programas de detección, continúan detectándose casos de estadios avanzados, con la consiguiente falta de oportunidad quirúrgica en muchos de ellos e incremento de la morbimortalidad por esta patología. Es menester que se enfatice la necesidad del control ginecológico periódico.