El diseño y la construcción de la vivienda contemporánea requieren de una nueva mirada debido a los cambios sociales, económicos, tecnológicos y ambientales. Hoy la vivienda debe considerar diversos factores que antes no eran contemplados, como nuevas formas de agrupamiento, el rol de la mujer fuera de la casa, el trabajar desde la casa, los cambios demográficos que han repercutido en las dimensiones de las viviendas, la tecnología de la comunicación y las diferentes maneras de utilizar el espacio familiar.
La llamada 'familia tipo' ha quedado en el recuerdo y hoy la sociedad ha evolucionado hacia nuevos modelos. Esto provocó una evolución de distintos grupos de convivencia, haciendo reconsiderar las formas en que se define el espacio habitable en cuanto a la heterogeneidad de las formas de vivir cambiantes o permanentes, haciendo de cada vivienda un lugar en constante cambio.
Como arquitectos, tenemos el desafío de que la vivienda de nuestro tiempo debe ser capaz de responder a las exigencias de la sociedad contemporánea y albergar las distintas maneras de habitar que caracterizan a la sociedad actual, pero con la flexibilidad para que se adapte a cambios futuros.