Las descripciones incluidas en este texto, como las que aparecen en un artículo anterior que lleva por título "Empooling", marcan un giro en nuestras vidas:
de las ideas adquiridas en la práctica de la arquitectura, las que indicarían de alguna manera lo que debiera hacerse a continuación, a un nuevo estado, en el que nos ponemos al servicio de las ideas de otros. Es el registro de once años de trabajo, de pequeños pasos que significaron un cambio, que a su vez exigió otro cambio.
En los días de la gran exposición de Rietveld realizada en Utrecht en 1992 se publicó una entrevista con Truus Schöder-Schräder. En esa oportunidad, ella deja bien claro que el carácter particular de la disposición de la casa estaba en sus ideas acerca de la manera en la que debía vivir su familia. El mismo Rietveld diría más tarde: “fue un experimento. Nunca volví a hacerlo.” Desde 1956 trabajamos con alguien que, al igual que Truus Schöder-Schräder, tiene ideas muy claras sobre el tipo de vivienda que necesita. Trabajar con alguien así significa compartir nociones arraigadas y expresadas con firmeza, y que sirven como punto de partida para una transformación espacial. Cada una de las partes contribuye con lo que la otra necesita.