El período de postparto es una etapa de extrema vulnerabilidad para la mujer.
Durante este tiempo la mujer enfrenta importantes cambios fisiológicos, en su rutina diaria, sus interacciones sociales, nuevos desafíos con el cuidado de su bebé, un aumento en sus necesidades económicas, y posibles desafíos laborales. Esta situación de alto riesgo psicosocial puede impactar no sólo la salud física, sino también mental, de las nuevas madres. En muchos países, la visita domiciliaria, telefónica o de videollamada a mujeres embarazadas y madres en el período de postparto por parte de enfermeros/as especializados/as se ha convertido en una herramienta fundamental para la salud pública, proveyendo un valorado apoyo durante la gestación y el postparto, en particular para los grupos con altos indicadores de riesgo. Estas visitas al hogar permiten el monitoreo continuado e integral de las madres puérperas, pudiendo facilitar la identificación temprana y/o prevención de problemas de salud física y mental, así como necesidades sociales o económicas. También las visitas al hogar permiten la realización de pequeñas intervenciones, la discusión en detalle acerca de la planificación familiar, lactancia materna y otras necesidades de la mujer y la conexión con redes de apoyo y servicios especializados disponibles en la comunidad. El impacto de estos programas ha sido evaluado en repetidas ocasiones, demostrándose cómo estas intervenciones, relativamente poco costosas, pueden promover la salud física de las madres, detectar y disminuir la incidencia de depresión postparto, identificar situaciones de maltrato familiar o la necesidad de apoyo social o económico, y fomentar la lactancia materna y el uso de anticonceptivos para incrementar el espaciamiento entre embarazos.
Asimismo, el impacto sobre la salud de los niños y su desarrollo ha sido demostrado en numerosos estudios; ya sea de forma directa o indirecta a través de la mejora de la salud integral materna. Este capítulo introduce el funcionamiento de programas de visitas al hogar exitosos en otros países, identifica fortalezas y vulnerabilidades de la atención materna postparto en Argentina y presenta cómo un programa de visitas domiciliarias en nuestro país podría mejorar el cuidado integral materno durante el cuarto trimestre.