La pandemia de COVID-19 ha generado la emergencia sanitaria en varios países alrededor del globo. Sin embargo, su impacto no sólo se dio en el sistema de atención primaria de la salud, sino también en el ejercicio de variados derechos que se vieron afectados con motivo de los aislamientos dispuestos por los gobiernos. Este capitulo propone analizar el incremento de la violencia de género, el abordaje de la ESI y la distribución de recursos vinculados a la salud sexual y reproductiva desde marzo de 2020, todo ello a la luz de las recomendaciones de organismos internacionales en vistas de mitigar riesgos que vayan en detrimento de prerrogativas fundamentales.