Cristina A. Featherston Haugh indaga en Dubliners, de James Joyce, y en El camino de los Madigan, de Anne Enright, la representación de las migraciones y el desarraigo. La experiencia del exilio, ligada a la idea de pérdida, atraviesa inexorable la historia de Irlanda. Sin embargo, Joyce explora otros rumbos relacionados con la imposibilidad de desmoronar las fronteras opresivas de una nación o, bien, la necesidad de transponer sus límites angostos en pos del ejercicio de la libre creatividad. En el caso de Enright, la vivencia de los movimientos migratorios en la sociedad contemporánea ahonda en las propias fronteras subjetivas; de este modo, explora causalidades enraizadas en las escondidas y oscuras motivaciones personales aunque, no siempre, llegan a ser conducentes.