In Spanish
Durante el año 2020 circunstancias imprevistas reconfiguraron el emplazamiento de las coordenadas temporo-espaciales habituales, constituyendo una novedad inédita en la producción de subjetividad. Las pandemia por COVID-19 determinó el aislamiento y distanciamiento social preventivo y obligatorio, haciendo que las experiencias con el cuerpo, la emoción, el conocimiento, la mirada, la palabra, y el lazo con los otros produzcan efectos desorganizantes en la singularidad de niños, niñas y adolescentes, los que además nadaron en la incertidumbre no sólo respecto del presente, sino fundamentalmente en torno al futuro y sus posibilidades de investimento libidinal. Nos proponemos reflexionar respecto de los efectos del aislamiento, en tanto que medida de distanciamiento físico permitió visibilizar y aproximarnos a situaciones habitualmente sólo supuestas. Los analistas nos metimos en las casa de nuestros pacientes, explicitando escenarios hasta entonces mayormente imaginados.
Los inconvenientes de lo inédito nos invitaron a replantear y a reconfigurar nuestro dispositivo, el lugar de la conectividad y el rol del analista mismo. Las posibilidades de creatividad inferimos develaron los recursos psíquicos de cada sujeto, quedando ilustrado con una viñeta clínica de nuestra propia casuística de tratamiento psicoanalítico en articulación con autores de nuestro trabajo como docentes e investigadoras, fundamentalmente la teoría de D. Winnicott.
In English
During the year 2020 unforeseen circumstances reconfigured the location of the usual temporo-spatial coordinates, constituting an unprecedented novelty in the production of subjectivity.
The COVID-19 pandemic determined the isolation and preventive and mandatory social distancing, making experiences with the body, emotion, knowledge, look, word, and bond with others produce disorganizing effects on the uniqueness of children and adolescents, who also swam in uncertainty not only regarding the present, but fundamentally around the future and its possibilities of libidinal investment. We intend to reflect on the effects of isolation, as a measure of physical distancing allowed us to make visible and approach situations usually only supposed. Analysts got into the homes of our patients, making explicit scenarios until then mostly imagined. The drawbacks of the unpublished invited us to rethink and reconfigure our device, the place of connectivity and the role of the analyst himself. The possibilities of inferred creativity revealed the psychic resources of each subject, being illustrated with a clinical vignette of our own casuistry of psychoanalytic treatment in articulation with authors of our work as teachers and researchers, fundamentally the theory of D. Winnicott.