Construí universos en miniatura donde se entrecruzan imágenes, objetos que me acompañan en mí hacer, materialidades con las que me encuentro a partir del intercambio, reflexiones en torno a la práctica, sentimientos reales e inventados. Uso cajas que encuentro en situaciones azarosas. Las cajas están pensadas como dispositivos que sugieren formas de ser mostradas, donde se anulan sus funciones utilitarias pero, a su vez, sus características remiten a contextos específicos de uso cotidiano. Construyo espacios donde las cajas son obra, espacio de exposición y embalaje para transportarlas. Elijo el cartón porque en él encuentro fragilidad y resistencia. Si un cartón se moja se desintegra pero en él se transportan objetos que superan su propio peso. La miniatura ocupa poco espacio, como es liviana puedo llevarla conmigo a dónde vaya y compartir pinturas con otrxs en cualquier lugar. Con el tamaño y el soporte propongo que se sumerjan en el detalle, que por un rato puedan ser parte de un paisaje desconocido e ínfimo, tierno y frágil.