El término lípido es usado para describir una amplia variedad de compuestos que son insolubles en agua y que se disuelven en solventes orgánicos, tales como, cloroformo y éter etílico. En términos de nutrición los lípidos más importantes son: triacilgliceroles, fosfolípidos, esteroles y vitaminas liposolubles. Debido a la poca solubilidad de estos compuestos en medios acuosos, tales como, luz intestinal, citosol y en la circulación, el organismo animal se enfrenta a un especial número de problemas metabólicos. Un eficiente metabolismo y transporte de los lípidos requiere que estos sean dispersados en formas relativamente estables.
Los lípidos de la dieta que representan un alto porcentaje del total de las calorías diarias tomadas por el animal, juegan un importante rol en la nutrición y procesos fisiológicos del organismo (Thomson A., 1978). Los ácidos grasos se obtienen por la hidrólisis de las grasas., Los ácidos grasos que existen en las grasas naturales generalmente contienen un número par de átomos de carbono (porque son sintetizados a partir de unidades de dos carbonos) y son de cadena lineal. La cadena puede ser saturada (sin dobles ligaduras) o no saturada (una o más dobles ligaduras).
Aunque muchas células pueden sintetizar ácidos grasos, estos derivan primariamente de la dieta y de la resíntesis realizada en el hígado. Los ácidos grasos de cadena larga (más de 10 átomos de carbono) son la fuente primaria de energía en muchas células del organismo y además pueden ser utilizados para la síntesis de lípidos de membrana (Scow R., 1985). El tránsito intracelular de ácidos grasos es mediado por proteínas transportadoras específicas. Estas proteínas de bajo peso molecular facilitan la solubilización intracelular de los ácidos grasos favoreciendo el flujo de los mismos hacia diferentes vías metabólicas (Matarese V., 1989).