Ricardo Rojas clasificó los cincuenta y dos volúmenes de las Obras de Domingo Faustino Sarmiento como “dispersa confesión autobiográfica”. El maestro de la crítica argentina veía en los libros sarmientinos una forma de autobiografía que fue variando sus motivos de acuerdo con las necesidades de un escritor que representó de manera consecuente las posibilidades polémicas del periodismo. Si la manifestación reiterada de lo personal es una de las constantes de la literatura de Sarmiento, no debe olvidarse que este elemento aparece de maneras diversas dentro de las obras más importantes del autor.