Cuando nosotros comenzamos a estudiarlo, hacen ya diez años que Sarmiento lucha en una tierra hermana, en favor de principios eternos a los que ha de entregar su vida toda: defensa de la libertad, respeto de la personalidad humana, fomento integral de la cultura. Diez años que ha tenido que abandonar la tierra natal, por mantener esa lucha, y tras una meditada tentativa de asesinato legal, que él contará después en páginas memorables. Desde entonces es el paladín de toda libertad y el antagonista de toda ignorancia.