A lo largo de los siglos, se han sucedido innumerables ediciones de la emblemática novela de Miguel de Cervantes Saavedra, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, además de múltiples reescrituras y adaptaciones. En el presente trabajo analizaremos la reescritura a cargo de Federico Lafuente, El Romancero del Quijote, como una manera de ampliar los alcances del conocimiento de los sucesos de la célebre novela a un conjunto de lectores que, de otro modo, quizá no hubiera accedido a ellos. Como afirma Gloria Chicote (2012), la literatura popular impresa da cuenta de un proceso complejo en el que se introduce un nuevo actor social: el público lector masivo y urbano.