Como otras narraciones del autor (Zadig ou la destinée, Memmon ou la Sasgesse humain), Candide ou l' optimisme anuncia desde su título y subtítulo una aventura humana y un examen filosófico, en este caso el de la teoría leibnitziana de la "razón suficiente", necesidad imperiosa sin la cual nada sucede sin una razón determinante. El universo, a la vez imperfecto y excelente, ordenado en mónadas dispuestas jerárquicamente, respondería a una armonía preestablecida por Dios, quien ha creado "el mejor de los mundos posibles". Este optimismo metafisico inculcado por el filósofo Pangloss a su discípulo Candide será puesto en tela de juicio a lo largo de la obra, y se enfrentará a la filosofía maniquea de Martin, que acompaña al protagonista en la segunda parte de su periplo.