La presente producción buscó indagar a través de la caricatura en los discursos mediáticos, su capacidad para generar sentido común y las estrategias que despliegan los grandes medios de comunicación para conseguir tal fin en tiempos de la posverdad. Es Mala también es una toma de posición, una manera de denunciar la pretendida neutralidad propugnada por un sector del periodismo vernáculo, el cual sustrae la política de su campo específico en aras de intereses tan ocultos como inconfesables.