El mundo del trabajo en las últimas décadas ha sufrido grandes transformaciones que repercuten tanto a niveles estructurales en la dinámica macroeconómica como así también en las propias experiencias de los/as trabajadores/as y sus organizaciones gremiales.
En nuestro país asistimos en los últimos años a una expansión de múltiples formas de precariedad e informalidad laboral donde coexisten por un lado, espacios laborales con actividades registradas, bien remuneradas y representadas por sindicatos clásicos y, por el otro, espacios que emplean trabajadores en pésimas condiciones, con escasa o nula registración y representadas por nuevas organizaciones.
El presente trabajo tiene como objetivo contribuir a analizar las rupturas y continuidades que existen entre las formas de organización de trabajadores informales y las formas que el llamado Modelo sindical argentino construye para organizar a sus trabajadores.
Tomamos para eso la experiencia de los cartoneros en la ciudad de La Plata organizados en la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) nucleados en la Confederación Argentina de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).