Tal como se indicó en capítulos anteriores, una vez que se ha determinado la población que se estudiará, y se ha establecido el diseño de muestreo que se llevará a cabo para la obtención de los datos, se debe programar, en función de los objetivos planteados, qué se hará con la información obtenida. Luego de recolectar los datos, es necesario sistematizar la información, lo que consiste en organizar, resumir y analizarlos datos.
Las variables se pueden definir como características que pueden tomar valores diferentes de una unidad a otra, como la edad, el peso de un organismo, el estado reproductivo, etc.
Cuando estos valores son los resultados de un recuento estadístico, se denominan variable estadística, y representa generalmente un determinado carácter de los individuos de una población (Batanero y Godino, 2002). Por su parte se entiende por dato a los valores observados o medidos de las variables (Kelmansky, 2009).
Las variables pueden clasificarse en cuantitativas y cualitativas, según que las modalidades del carácter que representan sean o no numéricas. Dentro de las variables cuantitativas o numéricas se pueden distinguir entre discretas y continuas, las primeras se caracterizan por presentar separaciones o interrupciones en la escala de valores que pueden tomar y son números enteros (e.g. número de hijos, número de nidos de aves en una parcela), en cambio las variables continuas pueden tomar todos los valores de un cierto intervalo (e.g. peso corporal, longitud) (Daniel, 2002; Batanero y Godino, 2001).
Las variables cualitativas o categóricas son aquellas cuyos valores comprenden un conjunto de cualidades no numéricas a las que también se las denomina categorías, pueden ser nominales es decir