En el presente trabajo experimental se evaluó el nivel y fuente de proteína, así como el efecto de la adición de proteasas sobre su digestibilidad, en dietas de conejos en engorde, sobre la performance de crecimiento y la calidad de res y carne. Trescientos ochenta y cuatro conejos (Nueva Zelanda x California) fueron distribuidos completamente al azar y alojados en jaulas individuales desde el destete (28d) a la faena (2,200-2,400kg), alimentados ad libitum con diferentes dietas según la experiencia. Se probaron dos niveles proteicos (control: 17% y bajo nivel: 14%), dos fuentes alternativas (harina de pluma hidrolizada y harina de pescado) y la adición de proteasas a dietas con 14%PB. Se registró el peso semanal y el consumo diario. Sobre 10 animales/tratamiento se evaluó la digestibilidad, utilizando jaulas con recolector de heces. A faena, se determinaron las taras, el rendimiento y se realizaron evaluaciones cualitativas y analíticas de la calidad de res y carne. Las dietas con 14%PB mostraron similares niveles de producción, rendimiento y calidad de res y carne respecto al control; la adición de proteasas a las dietas de baja proteína disminuyeron la mortalidad en postdestete. Tanto la harina de plumas como la harina de pescado resultaron adecuadas para su inclusión en dietas de conejos, con resultados productivos y cualitativos similares a los obtenidos con harina de carne. En general, el uso de estas fuentes proteicas alternativas permite opciones diferenciales en la formulación de dietas sin variaciones de importancia en sus parámetros productivos y cualitativos, generando mayor disponibilidad de alimentos que no compitan con los utilizados para la alimentación humana. El menor nivel proteico permitiría disminuir el costo del balanceado sin afectar la productividad, reduciendo los niveles de contaminación ambiental por menos excreción de nitrógeno. La adición de proteasas incrementaría la supervivencia postdestete.