Uno de los aspectos más importantes de la arquitectura conciente con las variaciones climáticas del lugar, es la defensa en el período estival de la incidencia de los rayos solares y de sus aportaciones solares no deseadas, y el aprovechamiento de sus de esta radiación térmica en el período invernal.
Siglos de ensayos, de prueba y error han proporcionado no sólo una conciencia sobre el tema sino, la respuesta mediante infinidad de maneras posibles de resolverlo.