A menudo se ha estudiado la lógica como una ciencia puramente formal, donde no se tiene en cuenta el sentido de las nociones lógicas, sino solamente sus propiedades formales. En este caso no se trata de ver si una proposición es verdadera o falsa, sino solamente de indagar las condiciones formales según las cuales se puede deducir una proposición a partir de otras proposiciones.
Sin embargo, cuando se va a aplicar la lógica, se debe esclarecer la cuestión de la significación de la palabra "verdadero" y de los otros términos lógicos, y se llega entonces a enunciados como el siguiente: "Una proposición es verdadera si el estado de cosas que ella expresa existe en el mundo real".
La definición varía según el punto de vista del filósofo, pero ella presupone siempre una concepción de lo real; esto quiere decir que la lógica necesita, para su interpretación, de una ontología.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)