Una retrospección de la historia intelectual de Jean Piaget que llegue hasta la adolescencia, es como una mirada a los orígenes de una problemática que organiza toda su extensa obra: la participación del sujeto y del objeto en el conocimiento. Por un raro privilegio, Piaget vivió la crisis filosófica propia de esta edad cuando sus trabajos de zoología, emprendidos antes de los once años, le permitían entrever el valor de la ciencia. De modo que la vocación epístemológica despertó en él bajo un doble signo: por una parte, la pasión filosófica que le revelaba la vida como fundamento del espíritu, y por otra, el rigor científico que lo condujo a prolongar el equilibrio biológico en el desarrollo del pensamiento. Así lo dice en su Autobiografía: la problemática epistemológica "me hizo tomar la de decisión de dedicar mi vida a la explicación biológica del conocimiento" (4,132). En trabajos como El nacimiento de la inteligencia en el niño (1939) o en Psicología de la inteligencia (1947), en la Introducción a la epistemología genética (1950), y recientemente y de manera muy sistemática, en Biología y conocimiento (1967), Piaget se ha. ocupado de tender los puentes entre biología, inteligencia y teoría del conocimiento.