Las discusiones sostenidas en el equipo del Proyecto H591 en torno a la lectura de Dar cuenta de sí mismo renovaron en mí la inquietud acerca de la posibilidad de una ética feminista. En este sentido, la propuesta de este artículo no se detiene en una exégesis del texto de Judith Butler sino que lo utiliza en función de esta pregunta.
A su vez, el interés por tal pregunta está motivado en las actitudes de algunas militancias y militantes feministas que imponen el silencio a determinadas mujeres a través de su etiquetamiento o del gesto de tomar la voz por ellas. Es decir, el punto de partida es la conflictividad al interior del género, en el entre nosotras que dio lugar a las desnaturalizaciones butlerianas de Gender Trouble. Dos décadas después, ¿qué relaciones entre ética y feminismo podemos valorar para una supervivencia afirmativa a los malestares del género?
En consecuencia, el recorrido del artículo retoma la relación entre ética y política, para la que busca antecedentes feministas sobre su teorización con la guía genealógica de Judith Butler. Así, el primer apartado, “Un sondeo por la tradición normativa: entre la justicia y el cuidado”, da cuenta de versiones feministas de la ética normativa. Si bien se trata del ámbito de menor interés para Butler, dados los supuestos prediscursivos que conlleva, son relevantes algunas resignificaciones de esa tradición filosófica para la vida democrática. El segundo apartado, “El giro mediador de Foucault: las tecnologías del yo”, nos pone en sintonía con los supuestos posestructuralistas compartidos por Butler. El tercero, “Yo, tú, nosotras/os o la moralidad de los pronombres personales”, muestra apropiaciones feministas de estos supuestos, para la ética y la política, que incluyen las de la propia Butler. El cuarto, “La pregunta por una ética feminista: las tecnologías del una misma”, sintetiza nuestra postura, funcionando como conclusión, en la que se relaciona la conceptualización con el contexto local de los feminismos.