Las dunas costeras se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del Neotrópico. En Argentina, los principales campos de dunas se encuentran localizados en las provincias de Buenos Aires y Río Negro. Aquellos localizados en Buenos Aires son los más importantes en cuanto a superficie y estarían incluidos dentro de la región pampeana; mientras que aquellos ubicados en Río Negro, de menor superficie, pertenecerían a las regiones del espinal y del monte (Cabrera, 1976). Actualmente, dentro de las dunas pampeanas, solo restan unos pocos parches de hábitat en relativamente buen estado de conservación, lo que ha llevado a autores como Bilenca y Miñarro (2004) a declarar estos sitios como “Áreas Valiosas de Pastizal para Sudamérica”. Entre las principales causas de fragmentación y pérdida de estos ecosistemas podemos nombrar el desarrollo urbano no planificado, el uso de especies exóticas para la fijación de dunas, la extracción ilegal de arena para la construcción y el tránsito desregularizado de vehículos todo terreno (Iribarne et al., 2001). A pesar de que toda la biota costera en general se está viendo afectada por estos disturbios, entre los vertebrados, los más afectados serían aquellas especies altamente adaptadas a la vida en la arena y otras que, debido a su pequeño tamaño, poseen baja capacidad de desplazamiento, como es el caso de muchos anfibios y reptiles.