A pesar de su importancia, no son pocos los manuales de sociología que suelen presentar la obra de Parsons de una manera un tanto paleontológica, como una especie de residuo fósil que debe ser abordado rápidamente, casi por inexcusable compromiso curricular, porque sus enseñanzas han pasado fatalmente de moda. En este capítulo introductorio, sin embargo, partimos de la premisa opuesta. Consideramos a Parsons un “clásico” (Habermas, 1987, p. 281/2) que debe ser leído con atención y que nos sigue hablando todavía, e incluso damos un paso más:
creemos que la conceptualización parsoniana, tanto en su elaboración particular, como sobre todo en el modo en que ha sido recreada críticamente por sus discípulos (Robert K. Merton, Niklas Luhmann o Jeffrey C. Alexander, entre otros), tiene todavía mucho para aportar a la hora de re-pensar los problemas de las sociedades contemporáneas.