La demanda de felicidad se nos presenta en nuestra práctica como una cuestión ética, siendo este el punto central desarrollado por Lacan a lo largo de su seminario La ética del psicoanálisis. La época actual elevó no solo el objeto a al cenit social, tal como lo situó Jacques-Alain Miller (2004), sino a mí entender un nuevo imperativo categórico “debes ser feliz”.