A partir de las últimas inundaciones acaecidas en mi ciudad natal, donde resido -La Plata-, es que surge en mí la necesidad imperiosa de involucrarme a través de acciones que mitiguen tanto dolor. Indirectamente afectada (ya que no he sufrido la inundación en carne propia), me siento atravesada por la problemática de familiares, amigos y desconocidos...
Pasadas las horas críticas, recorro la ciudad silenciosa, devastada, calle tras calle, colectando objetos e imaginando sus posibles historias, ahora truncadas... Decido ponerme en marcha para evidenciar esta realidad, una realidad de la cual formo parte, una realidad entre muchas, en carne viva.