Durante 2008 y 2009 se ha consolidado un esquema que podríamos llamar de equilibrio en el mercado cambiario, dado que oferta y demanda de dólares se muestran en niveles relativamente similares sin grandes intervenciones del Banco Central ni alteraciones bruscas en el tipo de cambio. Pese a ello, valiéndose de la falta de definición científica del concepto "fuga de capitales", algunos traen a la memoria episodios dramáticos de la economía nacional, que no se asemejan en absoluto a la actualidad.