Durante los últimos años se observa un significativo incremento de las transferencias de recursos nacionales a las provincias. Sin embargo, la forma bajo la cual se remesan estos recursos aún genera críticas basadas en su supuesta incompatibilidad con un nivel deseable de descentralización tributaria. La presente nota cuestiona fuertemente esas críticas. Para ello, luego de recorrer el camino histórico de la siempre conflictiva relación entre la nación y las provincias, aborda minuciosamente los números necesarios para poder comprender acabadamente la naturaleza actual de esta relación, para culminar con un repaso conceptual sobre las ventajas y desventajas de la centralización en la administración de los impuestos.