Hoy en día hay cada vez menos negacionistas del cambio climático y sea en conversaciones sociales o en los medios, permanentemente se escucha tratar el tema. Entre los especialistas de las ciencias duras es usual mencionar que no hay suficiente información para validar o refutar que son eventos climáticos en ciclos largos o y no un cambio climático causado por la humanidad. Esto a pesar de todas las convenciones de cambio climático convocadas por la ciencia, desde la creación en 1988 del IPCC , y de sus informes periódicos tanto públicos como los que cada país prepara y envía.
En este escenario la gran pregunta que debemos hacernos para contener el aumento de las temperaturas y el cambio climático es; ¿qué hacemos y cómo colaboramos? para proteger nuestra vulnerabilidad como sociedad, en nuestros hogares y ciudades.
El sector construcciones (comercial y residencial) representa el 39% del dióxido de carbono (CO2) emitido a la atmósfera. Además, genera el 30% de los residuos sólidos y el 20% de la contaminación de las aguas. Podemos aseverar que el 50% del CO2 expulsado a la atmósfera está relacionado con la construcción de edificios y ciudades a lo largo de todas sus fases: construcción, uso y posterior demolición. Es el sector de la economía más conservador y debiera participar más activamente en la reducción de la amenaza del cambio climático. Sumado a que más del 50% de los 7 mil millones de habitantes del planeta nos vamos concentrando progresivamente en ciudades. ¿Y de estos %, que es lo que más impacta? Bien, en primer lugar, la climatización de nuestros edificios, seguido de la elaboración y conservación de alimentos, entretenimiento, iluminación y otros.
En el LAyHS Laboratorio de Arquitectura y Hábitat Sustentable y en la enseñanza de grado y posgrado que soporta la institución entendemos que hay que tener un discurso claro y contundente respecto a la relación entre hábitat humano y cambio climático. En este breve artículo de divulgación institucional se busca expresar con claridad nuestra posición y cuales serían los caminos para adaptarnos y mitigar el CC. En la medida de nuestras posibilidades.