En 1947, hace ya treinta años, Lucio Fontana (1899-1968) publicaba el Manifiesto espacialista cuya versión inglesa, agregada por Laurence Alloway al Catálogo para la exposición de 1960 en Londres, consta de unas 1.100 palabras. Eco lejano de los manifiestos futuristas, sus líneas generales comprenden una estructura clásica en este tipo de documentos: reconocimiento de la situación actual ya perimida; necesidad de cambio basada en las nuevas condiciones, con los intentos, vicisitudes históricas y triunfo final de la propuesta; definición, caracteres, nueva realidad del arte.